5. ÁREA DE CIENCIAS DE LA NATURALEZA 5.1. DEFINICIÓN Y NATURALEZA DEL ÁREA 5.1.1. Introducción
El área se ha denominado Ciencias de la Naturaleza, en
razón de que parte de la
enseñanza y aprendizaje de los principios que explican los
fenómenos naturales y
aborda también de manera sistemática, las implicaciones
sociales inmediatas de
tales descubrimientos y explicaciones científicas.
Uno de los mediadores destacados entre la teoría
científica y la dinámica de la
sociedad es la tecnología, producto de la aplicación de
teoría, por lo que su
utilización será permanente.
Se entiende pues, que se hará énfasis en las tecnologías
derivadas de las leyes
descubiertas y explicadas por las ciencias de la
naturaleza, sin que ello implique la
reducción de toda la tecnología a aquellas de factura
científica ni una exclusión de
la discusión y análisis de las creaciones tecnológicas
populares o artesanales.
Bajo la denominación de Ciencias de la Naturaleza se
incluyen las siguientes
disciplinas (ciencias) con perfiles propios y bien
delimitados: Física, Química,
Biología y Geología.
La Física tiene como objeto de estudio las leyes
generales de la materia y su
dinámica en el espacio y el tiempo. La Química estudia
la estructura de la materia
y las combinaciones entre los átomos para explicar sus
propiedades. Por su parte
la Biología estudia los seres vivos y su organización.
La Geología se ocupa de la
estructura, el origen y la dinámica de la tierra, así
como de la naturaleza y las
propiedades de sus componentes.
Ha sido a través del desarrollo de estas ciencias que el
ser humano ha ido
conociendo, cada vez mejor y en mayores dimensiones, las
causas, dinámica y
proyecciones de los hechos y procesos (fenómenos) que
ocurren en el seno de la
naturaleza. La evolución del conocimiento de las leyes
de la naturaleza ha
implicado cambios en la imagen que de ésta ha construido
el ser humano a lo
largo de su historia.
El sentido y las formas multilaterales de interacción
del ser humano con su entorno
natural, y el reconocimiento de su rol en él, son mejor
comprendidos a medida que
la investigación científica produce nuevas explicaciones
y teorías.
Por otro lado, de manera reflexiva, las propias ciencias
han resultado consolidadas
en la medida en que avanzan sus hallazgos y
conocimientos acerca de los
orígenes de los fenómenos naturales. Ha sido,
precisamente, a lo largo de un
complejo curso histórico de éxitos y reveses, de
hipótesis, teorías y experimentos
que la física, la química, la biología y la geología se
han desarrollado. Al mismo
tiempo, al contribuir con los cambios en el entorno, se
cambian a sí mismas. Cada
idea renovadora modifica su fisonomía.
El desarrollo de las ciencias de la naturaleza se ha
producido como toda gran
empresa humana bajo el influjo de factores internos y
externos de naturalezas
disímiles que han operado como elementos condicionantes
de su desarrollo y de
sus estancamientos temporales. Entre esos factores
externos vale citar las
creencias, los dogmas religiosos y las circunstancias
económicas y políticas.
5.1.2. Evolución Histórica de las Ciencias de la
Naturaleza
Es sabido que desde épocas anteriores al Renacimiento y
a las aportaciones
galileanas, el ser humano ha hecho esfuerzos
sistemáticos por entender y explicar
el origen de los fenómenos que ocurren en su entorno. En
ese sentido, la actitud
de conocer más y mejor al mundo son consideradas como el
punto de partida de
la llamada revolución científica que inaugura a la
ciencia moderna.
Ya en la mitología griega aparecía una explicación un
tanto sistemática acerca de
cómo surgió el cosmos y cómo se ordenó. Pero la
formación y difusión de
explicaciones físicas y naturales, aunque no del todo
caracterizables como
conocimiento científico, respecto a esas dos
interrogantes fundamentales, comenzó en
el seno de la filosofía milesia alrededor del siglo VI A.C.
Durante largo tiempo el pensamiento humano acerca de la
naturaleza y su
dinámica se expresó mediante especulaciones e hipótesis
basadas en conjeturas
racionales y críticas y es reconocida por los
historiadores que en varias de las
filosofías que florecieron en la época residía un
interés implícito acerca de las
cuestiones metodológicas y el sistema de argumentación.
Fue en Atenas, bajo el influjo de Platón (fundador de la
Academia) y Aristóteles
(fundador del Liceo) donde la crítica racional adquirió
organización e
institucionalidad por vez primera.
La Academia de Platón perduró en Atenas por más de nueve
siglos y el Liceo de
Aristóteles por más de seis siglos en Atenas y en
Alejandría.
Durante ese período se desarrolló no sólo el estudio de
los fenómenos naturales,
sino además, se sometieron a la crítica filosófica los
fundamentos mismos de los
conocimientos y los procedimientos de investigación.
La tensión entre los planteamientos empiristas y
racionalistas, entre la confianza
en lo que ponen de manifiesto los sentidos y la
confianza en los argumentos de la
razón, dio lugar a uno de los períodos de crítica de
conocimientos y creencias más
concienzuda y detallada que se registran e. istoria1.
Así, durante la antigüedad clásica algunas ramas
científicas alcanzaron un
desarrollo notable y comenzaron a agruparse y definirse
en un sentido que en
algunos casos perduran hasta la fecha. Entre estas ramas
se destacan la
Astronomía, la Óptica, la Estática y la Hidrostática.
Ramas como la Fisiología y la
Anatomía tuvieron apreciable evolución también en ese
período.
Así pues, el estímulo al desarrollo de las ciencias y en
especial las ciencias
naturales, nace en nuestra cultura con los primeros
estudios de los griegos sobre
la naturaleza y sus manifestaciones.
No sólo los griegos conocieron su entorno, también los
chinos desde el siglo III
hasta el siglo XIII D.C. realizaron extraordinarios
progresos en el conocimiento
empírico del universo.
Es común en la literatura acerca de la historia de la
ciencia referir los siglos XVI y
XVII como el período histórico en el cual el pensamiento
científico moderno. De
acuerdo a A. C. Crombie’ dos factores básicos
contribuyeron a dar origen a la
ciencia moderna, primero, el empleo sistemático de las
matemáticas en el estudio
y explicación de los fenómenos y, segundo, la extensión
del uso del método
experimental en las investigaciones.
Es importante destacar, sin embargo, que tanto las
matemáticas como la
experimentación se cultivaron y florecieron mucho antes
de Galileo, y que lo que
tuvo significado revolucionario fue el rol y la posición
reconocidos a ambos
(experimento y matemáticas) en el proceso de
construcción del conocimiento
científico 3.
Fue durante los siglos XVI y XVII que se empleó de modo
sistemático el
experimento, exprofeso, controlado y simplificado para la
verificación de hipótesis,
y a la abstracción matemática para la clasificación de
nuevas experiencias y el
descubrimiento de nuevas leyes causales.
Se reconoce a Galileo como el principal responsable de
introducir los métodos
experimentales y matemáticos en todo el campo de la
Física y junto a Francis
Bacon y René Descartes contribuir a la revolución
intelectual que impactó la
evolución de todas las otras ciencias durante los siglos
XVI y siguientes.
En efecto, el método galileano influenció, por ejemplo,
el desarrollo de la Fisiología
y la Anatomía, la Química y otras. Guillermo Harvey
(15781657) realizó valiosos
experimentos en Fisiología que le permitieron presentar
eventualmente la primera
teoría general sobre la circulación de la sangre.
En resumen, la revolución científica del S.XVII, que se
incuba y difunde
principalmente desde las ciencias naturales, significó
más una revolución de ideas,
representaciones abstractas y concepciones del mundo,
que una revolución de
medios y artefactos materiales. Significa, en la
historia de la humanidad, el
afianzamiento del racionalismo
2 lbidem
3 Ver Khun, Thomas. La Tensión Esencial. Fondo de
Cultura Económica, 1983. pags. 8687 y
su método, el cual se reconoce como uno de los aspectos
simbólicos del mundo moderno.