Matemática - Liceo Matías Ramón Mella

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EDUCANDO

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Matemática

Matemáticas

3. ÁREA DE MATEMÁTICA

Introducción

Esta propuesta curricular del área de Matemática se enmarca dentro de los

lineamientos trazados por el Plan Decenal de Educación.

En la misma se plantea como plan operativo qué matemática necesitan conocer

los estudiantes, cómo alcanzar las competencias en los aspectos cognoscitivos,

de razonamiento, de comunicación,... y el contexto en el cual se desarrollará el

proceso de aprendizaje.

La propuesta se fundamenta en la visión de una Educación Matemática como

experiencia significativa, que sea respuesta a las necesidades y las aspiraciones

de una sociedad en constante cambio y de cara al año 2000.

Este documento se inicia con un intento de caracterizar la enseñanza de la

Matemática en el país, desde mediados de este siglo hasta la actualidad. Estos

antecedentes, que incluyen la presentación de las nuevas tendencias en el área,  permitirán entender más claramente la visión de la educación matemática que se

presenta en el nuevo currículo.

La propuesta contiene también la naturaleza de la Matemática y de la Educación

Matemática, así como el desarrollo de los siete ejes temáticos que trazarán las

líneas y los énfasis que se seguirán en la aplicación de todo el currículo. Se

presentan, además, los campos de conocimiento que se toman en cuenta y los

campos de aplicación.

Finalmente, contiene los propósitos, los contenidos y las estrategias de

aprendizaje desde el nivel pre­primario hasta el nivel medio, precedidos de un

cartel de alcance y secuencia de los contenidos.

3.1. ANTECEDENTES Y TENDENCIAS ACTUALES.

Hasta la década de los años 70, la enseñanza de la matemática en nuestras

escuelas estaba fundamentada en los principios de la escuela! tradicional, y en

una concepción del aprendizaje donde el maestro, quien se suponía que

dominaba los contenidos y poseía todas las destrezas, era el centro del proceso,

mientras que el alumno, desempeñaba un papel pasivo. Aprender se reducía a

memorizar, practicar y repetir. La matemática era presentada como un conjunto de

verdades inmutables, exhibiendo sólo el producto final, dejando a un lado las

riquezas del proceso necesario para construir cada concepto, demostración, o

solución. Como metodología de enseñanza, el verbalismo y la memorización sin

comprensión previa, jugaban un papel central, en detrimento de la

experimentación, la observación y la reflexión.

Sin embargo, muchos países impactados por los avances tecnológicos, y movidos

por la urgencia de ponerse al día frente a la desbordante producción científica,

iniciaban, desde décadas anteriores, un cambio revolucionario en la enseñanza de

la matemática. En noviembre de 1959, las conclusiones del seminario De

Royaumont establecieron el camino a seguir para un cambio curricular en un buen

número de países. A este nuevo enfoque se le llamó “Matemática Moderna”.  Posteriormente, en nuestro país, esta nueva concepción tuvo una gran influencia

en el diseño del nuevo currículo de matemática, caracterizada por un cambio en

los contenidos y una presentación distinta de toda la asignatura. Se propone la

matemática como un sistema axiomático y deductivo, apartado de la intuición,

pues el nuevo enfoque la considera un sistema formal cerrado.

Consecuentemente, su estudio se inicia con conceptos primitivos, axiomas sobre

dichos conceptos, se produce un modelo para garantizar consistencia en el

sistema, y luego se procede a desarrollar el cuerpo de conocimientos, es decir, a

demostrar teoremas. “Las tradicionales aritmética y geometría se convirtieron en

conjunto de números y conjunto de puntos” (Chemello, 1994).

Pero la enseñanza de la matemática moderna no resolvió los problemas que se

planteaban en la enseñanza de la llamada matemática tradicional, al punto de que

algunos la han considerado prácticamente un fracaso. Se descuidó en los

estudiantes el desarrollo de habilidades básicas asociadas al aprendizaje de la

matemática y éstos tuvieron que enfrentarse a dificultades provenientes de la

misma teoría: conceptos muy abstractos y generales. Asimismo, surgieron

dificultades que preveían de esta enseñanza basada en una formalización muy

estricta, y que además, en la mayoría de los casos, resultaba muy prematura.

Por otro lado, un buen número de maestros, que no tuvieron la oportunidad de

recibir una formación adecuada en este sentido, no entendieron la naturaleza de

esta reforma y terminaron enseñando los contenidos como lo hacían

tradicionalmente, de manera fragmentada y sin conexión con otros temas.

De esta manera, la enseñanza de la matemática moderna entra en crisis, pues no

se logran los resultados esperados, se frustran los ideales de transformación que

propiciaba este enfoque, y consecuentemente comienzan en el mundo nuevos

debates. Sobre la enseñanza de la matemática.

En nuestro país específicamente, es en la década de los años 80 cuando se

pierde la esperanza que generé la inclusión de los “conjuntos” en los programas

escolares, y aparecen nuevas preocupaciones en los docentes dominicanos sobre

las directrices de la educación matemática. Actualmente, coexisten en nuestras

aulas, prácticas de concepciones tradicionales y prácticas de la llamada

matemática moderna. A veces, en una misma aula, podemos encontrar ejemplos

de los diferentes tipos de enfoques y metodologías.

Estudios realizados en el país documentan sobre la situación actual de la

enseñanza y el aprendizaje de la matemática en nuestras escuelas, revelando que

el rendimiento de los estudiantes en esta asignatura es sumamente deficiente, y

que comparado con otros países, aún países subdesarrollados, es sumamente

bajo (Luna, González, Wolfe, 1990), (Crespo, 1990). Por otro lado, se reconoce

que el trabajo conjunto de todos, educadores, matemáticos y educadores

matemáticos, puede producir cambios positivos y significativos en la enseñanza de

la matemática. Estos cambios deberán producirse enmarcados dentro de las

nuevas tendencias en educación matemática que están propugnando las

organizaciones profesionales de educadores matemáticos, a la luz de las

necesidades concretas de nuestra sociedad y acorde con los propósitos de la

Transformación Curricular que dentro del Plan Decenal de Educación se está

llevando a cabo en la República Dominicana.

El nuevo currículo pues, integrando estos tres elementos citados, las nuevas

tendencias en la educación matemática, las necesidades concretas de nuestra

sociedad, y, por último, los propósitos de la Transformación Curricular, habrá de

propiciar una visión renovada de la matemática y de la educación matemática.

La matemática es una ciencia dinámica, en continua expansión y cambio, que

como disciplina escolar tendrá una función central en la formación del nuevo

ciudadano dominicano, y no sólo en aquel que la utilice como herramienta en su

campo de trabajo tecnológico o profesional, como tradicionalmente se concebía.

Es una ciencia que nos ayudará a comprender y a transformar nuestra realidad.

En esta propuesta curricular la enseñanza de la matemática enfatizará, a través

del conocimiento sustantivo de la asignatura, la solución de problemas pertinentes,

el desarrollo de competencias de comunicación y de pensamiento crítico, reflexivo,

sistemático y creativo. Se enfatizará la integración de los diversos contenidos

entre sí, así como la integración de los contenidos con los principios y con los

métodos, corrigiendo la fragmentación y el aislamiento de idea. Las conexiones

matemáticas pues, serán parte importante del quehacer matemático, haciendo

explícitas (descubriendo, interpretando, aplicando) las relaciones entre las

diferentes ideas matemáticas, y éstas con otras disciplinas y con las experiencias

cotidianas del estudiante. Asimismo, planteará una educación matemática como

recurso indispensable para la toma de decisiones conscientes y responsables.

Propiciará, además, el desarrollo de valores y actitudes positivas hacia la

matemática, que conduzcan a la apreciación de su gran valor como ciencia y su

importante papel en el nuevo orden social.

La educación matemática que estamos proponiendo, puede contribuir

significativamente al desarrollo de un sujeto preparado para identificar y resolver

situaciones problemáticas nuevas y abiertas, razonar lógicamente, comunicar sus

ideas, tomar iniciativas y decisiones, aprender nuevas ideas, aprender nuevas

tecnologías, trabajar cooperativamente y aceptar con flexibilidad el cambio. Un

sujeto libre, creativo, crítico, autocrítico. Con valores y convicciones que le

permitan el ejercicio pleno de su condición humana y capaz de insertarse

productivamente en la sociedad.


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